Por Valky Alejandra
Maraveles
Dime, ¿alguna vez has visto una estrella fugaz? ¿No?... Bueno
ellas son muy raras. Ellas se ven en el cielo solo por un breve
momento. Pero cuando ellas aparecen, son tan radiantes y tan
brillantes, que todas las otras estrellas normales se quedan
quietas y miran mientras la estrella fugaz pasa entre ellas
(Lawrence Woodruff; Jack 1996)
Si con algo pudiera comparar la
vida de Anthony sería con la brillantez de una estrella fugaz.
Porque a pesar de que su vida fue muy corta, fue tan grande, fue
tan espectacular que a cada persona que conoció, le dejó una marca
latente.
A pesar de que su vida no fue el
ejemplo de felicidad, el muchacho conservaba gratitud y bondad
hacía aquellos que lo rodeaban, para alguien que ha sufrido una
perdida tan grande como fue la de perder a su madre, su actitud
nunca demostraba algún tipo de amargura, no se le notaba enojado
con la vida o alejado de aquellos que le querían demostrar afecto.
Por el contrario, él siempre tenía una palabra amable incluso a
personas que la mayoría pensaría que no se las merecían.
El trataba con respeto y
dignidad a todos aquellos que le servían a él y a su familia, era
tan especial que todos ellos no solo le servían por que era su
obligación sino que se sentían profundamente agradecidos por el
trato que les convidaba y les hacía sentir no solo respeto hacía
él sino un profundo cariño hacía el muchacho.
De los tres sobrinos que estaban
a cargo de la tía Elroy era al que más quería, ¿acaso no es
difícil imaginar a una mujer de tanta dureza enternecerse por unas
palabras de Anthony? No solo se la había sabido ganar, sino que
también le guardaba mucho cariño, y la defendía de quienes
hablaban mal de ella, a la misma Candy la reprendió por no saber
aceptar las gentilezas de la anciana.
Anthony tenía la virtud de ver
las cosas buenas donde los demás no lo hacían, miraba en la tía
Abuela a una mujer dura, más no insensible, la veía estricta más
no implacable, la veía con respeto pero al mismo tiempo con
afecto. Y no solo con ella, ya que con Candy se percató de
inmediato de su alma pura y se comportó muy amable con la muchacha
siendo que ella vestía prácticamente harapos cuando la conoció.
Era igualmente amable con Eliza, aún sabiendo que ella destilaba
malicia por donde pasaba. Era prácticamente el único de los primos
que podía soportarla a ella y a Neal, por lo que continuamente era
encargado de acompañarla en reuniones a pesar de que Eliza le
resultara desagradable.
Su personalidad era tan enérgica
como carismática, es imposible hablar de Archie y Stear sin
mencionar a Anthony, los tres formaban un equipo, los tres tan
diferentes como podían serlo, pero al mismo tiempo con esa
afinidad que los llevaba a ser participes de diversas travesuras
así como ser cómplices al momento de cubrirse unos a los otros,
formando una combinación difícil de romper ya que los lazos entre
ellos eran más fuerte que el lazo sanguíneo que los ataba.
No obstante, al hablar de
rastros que dejó de su corta existencia, no podemos olvidar a
Candy, ya que si en alguien dejó una marca indeleble fue en ella.
Desde el primer momento en que lo vio pudo percatarse de la luz
que irradiaba. Y como una simple sonrisa suya podía iluminar la
vida de la muchacha.
Anthony tuvo muchos detalles con
ella, empezando por prestarle las joyas de su madre… creo que un
tesoro como lo eran las joyas de su madre debía ser difícil tan
siquiera pensar en que alguien más las usara, y no importándole
que la muchacha fuera una simple sirvienta, él le demostró su
calidez prestándole esas joyas para que ella las luciera frente a
todos los demás. Otra cosa que valoraba tanto como esas joyas eran
sus rosas, aquellas que cultivaba en recuerdo de su madre. Y de la
misma manera en como hizo con las joyas destino a Candy no solo
unas rosas cualquiera sino que creo un nuevo tipo de rosas para
ofrecérselas.
La vida de Anthony esta rodeada
de actos valientes, de gente que lo amaba y de todos aquellos con
quienes era bondadoso…
Su vida era excepcional, era
diferente a la de los demás, a pesar de la tristeza que podría
traer en su alma siempre se mostraba afable, siempre solícito,
siempre al pendiente de aquellos que lo necesitaran… Había
madurado antes de tiempo, sus razonamientos eran superiores a las
de cualquier chico de su edad, miraba la vida con sabiduría y con
respeto…
Su muerte fue lo más doloroso en
la vida de Candy, pero supongo que no solo en la de ella, sino en
la de todos lo que lo conocieron, porque Anthony aunque vivió por
poco tiempo, su vida fue intensa, su vida fue brillante, su vida
era tan espectacular que era augurio de lo poco que iba a durar…
Su vida fue tan resplandeciente
como una estrella fugaz, al igual que ella iluminó a todos a su
alrededor, sucediendo de forma similar que como pasa con ellas
concedió deseos a pesar de que su paso fue rápido, y dejó a todos
deslumbrados, con esa luz que era imposible de olvidar.
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